Cómo el aislamiento térmico mejora tu hogar en verano

El aislamiento térmico puede ser tu mejor aliado contra el calor

Con la llegada del verano, mantener una temperatura agradable en casa sin disparar la factura eléctrica se convierte en todo un reto. En este contexto, el aislamiento térmico cobra una importancia clave. Actúa como una barrera que frena la entrada del calor desde el exterior, reduciendo la necesidad de recurrir al aire acondicionado y mejorando el confort interior de forma natural.

Las viviendas mal aisladas pueden alcanzar temperaturas muy elevadas, lo que no solo afecta al bienestar, sino también a la salud de sus habitantes. En cambio, reforzar elementos como fachadas, cubiertas y ventanas con materiales adecuados permite mantener espacios frescos incluso en los días más calurosos.

La rehabilitación energética es clave para mejorar la eficiencia

En un contexto de veranos cada vez más extremos, la rehabilitación energética de viviendas y edificios se ha convertido en una herramienta fundamental para mejorar la eficiencia térmica. El sector de la edificación es responsable de aproximadamente el 20 % del consumo energético en España y de una parte importante de las emisiones contaminantes.

La gran mayoría del parque inmobiliario español fue construido sin criterios de eficiencia energética, por lo que rehabilitar se ha vuelto urgente. Este proceso implica mejorar las condiciones térmicas, renovar sistemas de climatización y optimizar el consumo mediante la instalación de aislamiento térmico. También incluye la sustitución de puertas y ventanas por otras más eficientes o la integración de energías renovables.

Además de reducir el consumo energético y las emisiones, estas mejoras aumentan el confort y la calidad de vida, y representan una oportunidad económica, ya que impulsan la innovación y crean empleo en los sectores de la construcción y los materiales sostenibles.

Materiales sostenibles para un aislamiento eficiente

La elección de materiales juega un papel fundamental en la rehabilitación energética. Optar por soluciones sostenibles no solo mejora la eficiencia, sino que también minimiza el impacto ambiental. Entre los materiales más destacados se encuentran el PVC (policloruro de vinilo reciclado) y el aluminio.

El PVC reciclado es un material alineado con los principios de la economía circular. Proviene de residuos reutilizados, requiere menos materias primas vírgenes y ofrece una excelente durabilidad y capacidad aislante. Es especialmente útil en la fabricación de puertas y ventanas, mejorando notablemente el comportamiento térmico del edificio.

El aluminio reciclado, por su parte, conserva las propiedades del aluminio virgen, pero con un consumo energético hasta un 95 % menor en su producción. Su resistencia, ligereza y capacidad de aislamiento térmico y acústico lo convierten en una excelente opción para carpinterías exteriores sostenibles.