La COP29: de lo esperado al acuerdo insuficiente

Escrito por Javi Moralejo, Redactor de contenido & SEO el 2 de diciembre de 2024 a las 16:29
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Modificado el 25 de febrero de 2025 a las 09:55
Tiempo de lectura : 4 minutos

La 29.ª Conferencia de las Partes (COP), celebrada en Bakú, concluyó con un acuerdo climático de mínimos tras tensiones y aplazamientos. Aunque hubo avances en mercados de carbono y el Artículo 6 del Acuerdo de París, el pacto de financiación quedó lejos de las metas, planteando retos cruciales para la COP30 en Brasil.

Resumen

  • Tras unas complicadas negociaciones, durante la COP29 se ha pactado un débil acuerdo de financiación climática de 300 mil millones de dólares anuales para 2035.
  • Se establecieron acuerdos relacionados con los mercados de carbono y un compromiso con el Artículo 6 del Acuerdo de París.
  • La COP30 se celebrará en la Amazonia brasileña, y su principal objetivo será, nuevamente, aumentar la financiación climática y reducir el uso de combustibles fósiles.
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La 29.ª edición de la Conferencia de las Partes sobre Cambio Climático (COP 29) se celebró en Bakú, Azerbaiyán, entre el 11 y el 22 de noviembre de 2024. Debido a la dificultad para llegar a un pacto en términos de financiación climática, esta concluyó definitivamente la madrugada del domingo 24 de noviembre con un acuerdo de mínimos, lejos de los objetivos fijados.

Objetivos de la COP 29

Este año la COP tenía varios objetivos principales que giraban en torno a la financiación que permita, de una vez por todas, mitigar el cambio climático, facilitar la adaptación de los países a sus objetivos y favorecer la transición energética. Entre las metas principales figuraba: 

  1. Establecer un nuevo objetivo de financiación climática para los países en desarrollo.
  2. Intensificar los compromisos climáticos nacionales (NDC) de los países para reducir emisiones y adaptarse al cambio climático.
  3. Avanzar en la implementación de los acuerdos alcanzados en la COP28, como el abandono de los combustibles fósiles y la triplicación de las energías renovables.
  4. Finalizar las negociaciones sobre los mercados de carbono y cómo poner en marcha el artículo 6 del Acuerdo de París, para establecer reglas para el comercio entre países (Artículo 6.2) y un mecanismo de créditos de carbono centralizado.
  5. Progresar en temas como la transición justa, planes de adaptación y seguridad alimentaria.
  6. Ahondar en el mecanismo de pérdidas y daños para mejorar los acuerdos ya alcanzados durante la COP 27 y la COP 28.

Una negociación al límite

El objetivo central de la COP29 era la financiación climática. Se buscaba establecer un Nuevo Objetivo Cuantificado Colectivo (NCQG) más ambicioso y realista que el anterior de 100.000 millones de dólares anuales, que se consideraba insuficiente para las necesidades actuales.

Las negociaciones fueron duras, y para llegar a un acuerdo fue necesario extender la cumbre del clima 48 horas más. Este proceso estuvo marcado por momentos críticos que influyeron en la falta de consenso inicial: 

  • Como es habitual, hubo tensiones entre los dos claros bloques negociadores, los países desarrollados y aquellos en vías de desarrollo. Los Países Menos Desarrollados (LDC) y la Alianza de Pequeños Estados Insulares (AOSIS) llegaron a abandonar temporalmente las negociaciones. Estos pedían una financiación mínima de 500 mil millones de euros.
  • Un primer borrador presentado por la presidencia de la cumbre fue calificado de "inaceptable" por no mencionar los combustibles fósiles.
  • Hubo, además, tensiones geopolíticas, como los resultados de las elecciones en Estados Unidos con la victoria de Donald Trump y la retirada de la delegación argentina.
  • El consenso final se logró "bajo la amenaza de colapso", según algunos expertos.

Finalmente, el domingo 24 a las 2 de la madrugada, hora de Bakú, se llegó a un acuerdo de mínimos en términos de financiación climática, lejos de los objetivos marcados en la COP 28. 

El nuevo acuerdo de financiación climática

La COP29 cerró con un pacto que ha desilusionado a la mayoría de agentes. Este nuevo acuerdo ha sido ratificado por cerca de 200 países y exige a todos los actores responsables de la financiación climática, que aumenten la partida de la misma hasta los 1.3 billones de dólares anuales para 2035, incluyendo fuentes públicas y privadas. Esto reemplaza la meta anterior de 100 millones de euros establecida en la COP28.

Aun así, la financiación prometida es inferior a los entre 5 y 6,8 billones de dólares que los países en desarrollo necesitarán hasta 2030 para aplicar sus planes climáticos. Finalmente, la insolidaridad de los países desarrollados ha ganado una vez más la batalla, y se ha cerrado una cifra inferior al objetivo marcado inicialmente, que asciende a los 300 mil millones de dólares anuales para 2035.

Las reacciones discrepantes con el acuerdo no han tardado en aparecer. Y es que los 300 mil millones acordados en última instancia, están muy lejos de las pretensiones de los países más expuestos a los eventos extremos, como es el caso de España, y aquellos con menor poder adquisitivo.

António Guterres, secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) ha querido aportar algo de optimismo ante lo que muchos han calificado de estrepitoso fracaso: “Esperaba un resultado más ambicioso, tanto en financiación como en mitigación, para hacer frente a la magnitud del gran reto al que nos enfrentamos, pero el acuerdo alcanzado proporciona una base sobre la que construir”.

Nuevos compromisos adquiridos en la COP29

Pese al desacuerdo en el tema de la financiación, alguno de los objetivos iniciales se han concretado durante la celebración de la COP29.

El tema chino era una de las cuestiones más complicadas de tratar. La potencia sigue insistiendo en una cooperación económica mediante contribuciones voluntarias, pese a ser uno de los países que más contaminan. No obstante, se ha conseguido alentar a otras potencias emergentes como India o Arabia Saudí a llevar a cabo este tipo de contribuciones e incluso sentar las bases para una cooperación Sur-Sur.

En cuanto a los mercados de carbono, podemos hablar de un acuerdo acerca de los instrumentos de cooperación y mercado (Artículo 6 del Acuerdo de París). También se lograron avances en las herramientas de transparencia.

Además, se mejoró el apoyo a los Planes Nacionales de Adaptación con el objetivo de reducir la vulnerabilidad de un país e incrementar su capacidad de respuesta frente a las amenazas e impactos del cambio climático.

Por último, se estableció un camino claro hacia la COP30 para el programa de trabajo de los indicadores del objetivo global de adaptación.

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El futuro de la crisis climática pasa por la COP30

Queda mucho trabajo por hacer tanto en financiación climática como en la aplicación, por parte de los países, de las políticas para la lucha contra el cambio climática recogidas en el Acuerdo de París, que fue ratificado por 196 Partes en la COP21 y que entró en vigor en diciembre de 2016.

El débil acuerdo de financiación climática adoptado en la COP29 deja una ardua tarea a los participantes en la próxima cumbre sobre el clima, la COP30, que se celebrará en Brasil en noviembre de 2025, concretamente en la ciudad amazónica de Belém. Se necesitará un nuevo plan de financiación más ambicioso que permita, al menos, alcanzar el objetivo de los 1.3 billones de dólares anuales para 2035.

Por lo que respecta al futuro más inmediato, se espera que los países presenten sus nuevos planes climáticos antes de la COP 30, alineados con el principal objetivo de limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°. Así mismo, será crucial avanzar en los compromisos de abandono de combustibles fósiles y la multiplicación de energías renovables, así como en un tema regional de envergadura como la deforestación.

Estamos en un momento clave para atajar el problema del cambio climático. Es ahora o nunca. No podemos dejar escapar oportunidades como esta para lograr acuerdos que contribuyan a paliar un problema global. Será complicado, pero las esperanzas están puestas en la COP30 de Brasil, como un punto de inflexión que marque el camino hacia un mundo más sostenible.

No podemos terminar sin recalcar la importancia de la implicación individual en esta lucha. La concienciación y educación ambiental en el hogar es algo necesario. Emprender acciones de eficiencia energética y apostar por el autoconsumo en los hogares, puede marcar la diferencia. Herramientas como los comparadores de tarifas de luz pueden ayudarte a encontrar y contratar una tarifa de energía verde, que apueste por las renovables y te ayude a reducir tu huella de carbono. El futuro del planeta también depende de ti. 

Javi Moralejo

Javi Moralejo

Redactor de contenido & SEO

Graduado en Periodismo en la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. Actualmente redacto contenido sobre la temática energética para Hello Watt.

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