Comunidades energéticas: transformación del sistema energético en España
Las comunidades energéticas en España se presentan como una herramienta clave para democratizar el acceso a la energía y disminuir la dependencia de las grandes corporaciones energéticas. Basadas en los principios de descentralización, democracia participativa y generación de energía renovable, estas iniciativas cuentan con un fuerte impulso gracias a nuevas ayudas gubernamentales destinadas a su desarrollo, como las detalladas en este análisis sobre las bases del programa de apoyo económico.
Resumen
- Las Comunidades Energéticas permiten que ciudadanos y pequeñas empresas generen y gestionen su propia energía, promoviendo la descentralización y reduciendo la dependencia de grandes corporaciones.
- Impulsan el uso de energías renovables para reducir emisiones y abaratar costes, fortaleciendo también las economías locales.
- Para crecer, necesitan un marco regulatorio favorable, financiación adecuada y avances tecnológicos en almacenamiento y distribución.
¿Qué son las comunidades energéticas?
El concepto social de Comunidades Energéticas ha sido creado esencialmente para que las personas se conviertan en las protagonistas del proceso de transformación energética. Estas entidades jurídicas están compuestas por grupos de ciudadanos, pequeñas empresas, cooperativas u organizaciones locales unidas para producir, gestionar y consumir su propia energía renovable de forma colectiva.
El avance de las iniciativas energéticas comunitarias ha sido promovido por la normativa europea, especialmente a través de la Directiva (UE) 2018/2001 sobre energías renovables. En España, el marco regulatorio para estas comunidades permite el autoconsumo compartido y prioriza los beneficios sociales, económicos y medioambientales. Actualmente, según el primer informe de indicadores del Observatorio de Comunidades Energéticas, existen 353 comunidades energéticas en el país, lo que significa que alrededor del 4 % de los municipios españoles cuenta con una organización de este tipo.
Ventajas de las comunidades energéticas
La proliferación de las comunidades energéticas en España es innegable. Ante el aumento considerable de los precios de la energía durante los últimos años, este tipo de organizaciones surgen como una solución para transformar así el sistema energético hacia un modelo más justo, sostenible y participativo. Este aumento significativo se explica a través de los múltiples beneficios que se le atribuyen a estas iniciativas energéticas comunitarias:
Impacto social y democratización de la energía
Las comunidades energéticas fomentan una gestión democrática de la energía, donde las personas y entidades asociadas tienen control sobre las decisiones, creando un tejido comunitario que promueve una participación igualitaria. Asimismo, impulsan una estructura energética descentralizada que disminuye la dependencia de grandes corporaciones multinacionales que dominan el sector.
Beneficios ambientales
Con un enfoque orientado hacia las energías renovables, estas comunidades impulsan un modelo energético sostenible que reduce la huella de carbono y las emisiones de gases de efecto invernadero, desempeñando un papel esencial en el cumplimiento de los objetivos climáticos de España. A través de campañas informativas y educativas, las comunidades energéticas también promueven la sostenibilidad, creando una base sólida para un sistema energético más responsable y comprometido con el medio ambiente.
Ahorro económico
El carácter local de las comunidades energéticas proporciona oportunidades de inversión para la ciudadanía y las empresas del lugar, reforzando de esta manera la red comunitaria. Al eliminarse los intermediarios en el proceso de generación de energía, se reducen así los costes asociados al consumo eléctrico y se fomenta el ahorro económico entre los miembros de la comunidad.
Las iniciativas energéticas comunitarias no solo democratizan el acceso a la energía, sino que también tienen el potencial de reducir la pobreza energética, permitiendo el acceso a energía renovable a precios asequibles para hogares en situación de vulnerabilidad.
Desafíos actuales de las comunidades energéticas
A pesar de los numerosos beneficios, las comunidades energéticas enfrentan varios desafíos que ralentizan su desarrollo en nuestro país:
Marco regulatorio favorable
Aunque existe un marco normativo para este tipo de iniciativas energéticas, el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO) está trabajando sobre un nuevo marco que establezca condiciones flexibles para favorecer su desarrollo, y les permita competir en igualdad de condiciones con los demás actores del mercado energético. De esta manera, se impulsará el crecimiento y la consolidación de las iniciativas energéticas comunitarias en todo el territorio.
Apoyo financiero e inversión
La falta de financiamiento es otro de los retos que enfrentan las comunidades energéticas. Crear una organización de este tipo requiere una inversión inicial considerable, y aunque existen ayudas y subvenciones, sigue siendo fundamental el compromiso de los ciudadanos, las pymes y las autoridades locales para reunir los fondos necesarios.
El Gobierno ha desarrollado el Proyecto Estratégico para la Recuperación y la Transformación Económica de Energías Renovables, Hidrógeno Renovable y Almacenamiento (PERTE ERHA) incluido en el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia con la idea de facilitar el apoyo financiero específico para la creación de nuevas iniciativas energéticas.
Retos tecnológicos y de infraestructura
Uno de los mayores retos a los que se enfrentan estas organizaciones es la necesidad y el acceso a tecnologías capaces de integrar múltiples energías renovables como la solar, la eólica y los biocombustibles. Así mismo, el almacenamiento de la energía constituye otro desafío importante para estas iniciativas energéticas, que necesitan incorporar soluciones de almacenamiento flexibles y eficientes para asegurar la estabilidad del suministro.
Por lo que respecta a la infraestructura actual, en algunas zonas no se considera óptima la creación de comunidades energéticas. Surge así, el reto de desarrollar y modernizar las redes locales, por ejemplo, mediante redes inteligentes que optimicen la distribución.
A continuación se muestra la ubicación de todas las Oficinas de Transformación Comunitaria en España y áreas circundantes. Estas oficinas forman parte de iniciativas destinadas a fomentar las comunidades energéticas en el país. Los puntos en verde representan oficinas que pertenecen a la Red de Conocimientos y Experiencia, mientras que en azul destacan las oficinas del Programa CE Oficinas I.
A través de esta red, se busca impulsar proyectos que promuevan la transformación energética comunitaria, fomentando el ahorro y el uso eficiente de energía en diversas regiones.
Información
La Red de Conocimientos y Experiencia se centra en compartir buenas prácticas y aprendizajes de proyectos previos, promoviendo el intercambio y el aprendizaje. Por su parte, el Programa CE Oficinas I se enfoca en implementar proyectos específicos que impulsen la autosuficiencia energética en comunidades y contribuyan a la sostenibilidad y reducción de emisiones de gases de efecto invernadero a nivel nacional.
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Futuro de las comunidades energéticas en España
Las proyecciones señalan un futuro prometedor para la expansión de las comunidades energéticas en España. La búsqueda de soluciones a los desafíos actuales, especialmente en el desarrollo de tecnologías avanzadas de almacenamiento y distribución, será clave para impulsar su crecimiento y consolidación en los próximos años.
El principal propósito de las comunidades energéticas seguirá siendo la lucha contra el cambio climático y la promoción de energías renovables. Se prevé una participación ciudadana más activa y comprometida, que refuerce su modelo de democracia participativa y ponga especial énfasis en combatir la pobreza energética.
Por último, es importante destacar que las iniciativas energéticas comunitarias en España impulsan la transición hacia un modelo energético más democrático, sostenible, independiente y descentralizado. La concienciación social, la inversión en tecnología y la creación de un marco regulatorio favorable serán fundamentales para su crecimiento, generando un impacto positivo en la economía, el medioambiente y fomentando un tejido social local sólido y comprometido.
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