¿Cómo ahorrar energía en casa y reducir tu factura de luz y gas?

El ahorro energético en el hogar, ¿qué es?

Según datos del Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE), el consumo promedio anual de electricidad por hogar en España es de 3.487 kWh, lo que equivale a aproximadamente 290,58 kWh al mes. Este consumo supone un coste promedio anual cercano a los 1.000 €, aunque esta cifra puede variar dependiendo de diversos factores, como el tamaño del hogar, el tipo de tarifa contratada o los hábitos de consumo.

Cuando hablamos de ahorro energético en el hogar, nos estamos refiriendo a la práctica para reducir u optimizar el consumo de energía en nuestra vivienda. La adopción de unas buenas prácticas de eficiencia energética y el cambio de hábitos y patrones de consumo, pueden ayudarte a disminuir el gasto energético y por ende, reducir el importe de tu factura. Además, gracias a ello, impulsarás la sostenibilidad de tu vivienda y ayudarás a disminuir tu huella de carbono.

Claves para reducir costes ahorrando energía

Adoptar medidas de eficiencia energética es la clave para ahorrar energía en el hogar. Gracias a las buenas prácticas como optimizar el uso de los electrodomésticos, los dispositivos electrónicos y el sistema de iluminación de la vivienda, conseguirás pagar menos en tu factura de luz. A continuación te mostramos algunos consejos útiles que pueden ayudarte a tener un consumo eficiente y un mayor ahorro de energía.

Apuesta por una iluminación eficiente

La iluminación representa, según el IDAE, el 11,7 % del consumo energético de un hogar. A partir de una pequeña inversión o de simples acciones podrás evitar un consumo innecesario:

• Aprovecha al máximo la luz natural abriendo las cortinas durante el día y empleando colores claros para pintar paredes y techos.
• Apaga las luces cuando no sean necesarias, en especial cuando pases de una habitación a otra.
• Utiliza bombillas LED de bajo consumo, ya que son más eficientes, duraderas y pueden reducir el consumo energético hasta en un 80 %.
• Usa reguladores de intensidad luminosa, así podrás ajustar el nivel de luz según tus necesidades y disminuirás el gasto energético.

Mejora el aislamiento de tu vivienda

A causa del mal aislamiento de puertas, ventanas y techos se pierde alrededor de un 30 % del calor de tu hogar. Mejorar el aislamiento de tu vivienda, disminuirá la necesidad de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano y esto reducirá, considerablemente, el gasto energético de tu vivienda, para ello:

• Instala ventanas de doble o triple cristal para mantener mejor el calor y aislarte del frío.
• Incorpora material aislante en techos y paredes.
• Coloca burletes o sella posibles fugas de aire para evitar pérdidas de calor en invierno y entrada de aire caliente en verano.

Gestiona eficientemente la temperatura

Si bien el aislamiento es importante para mantener la temperatura del hogar, las buenas prácticas de uso para la calefacción y los sistemas de refrigeración son fundamentales en términos de ahorro energético. Tan solo la calefacción representa un 47 % del consumo total de energía de tu casa, es por ellos que al respecto debes.

• Mantener tu vivienda a unos 18º C en invierno y a unos 27º C en verano para obtener el confort adecuado sin gastar en exceso. Una variación de 1º C genera un ahorro aproximado de un 7 % en climatización.
• Emplea termostatos o programadores de horarios para llevar un control y garantizar un uso más efectivo de la temperatura y de la energía.
• Purga tus radiadores al menos una vez al año, al iniciar la temporada de calefacción y limpia asiduamente el polvo que se acumula en ellos, puedes ahorrarte hasta un 10 % de la energía consumida.
• Realiza un mantenimiento adecuado de tus equipos y revisa la caldera regularmente. 
• Limpia el filtro de tu aire acondicionado periódicamente.

Usa tus electrodomésticos de forma responsable

Los electrodomésticos representan aproximadamente el 55 % del consumo energético en una vivienda, siendo uno de los principales responsables del gasto. Por ello, un uso eficiente y adecuado de estos dispositivos resulta fundamental para optimizar el consumo de energía:

• Opta por electrodomésticos de alta eficiencia energética. Fíjate en la etiqueta energética de los mismos, la letra A refleja que se trata de electrodomésticos que son realmente eficientes en consumo energético.
• No introduzcas alimentos calientes en el frigorífico e intenta abrirlo lo menos posible, lograrás reducir en un 7 % su gasto de energía. Recuerda alejarlo lo máximo posible de las fuentes de calor y no lo pegues en exceso a la pared.
• Utiliza programas de lavado con agua fría y aprovecha al máximo la carga de tu lavadora y lavavajillas. Además, el uso del lavavajillas consume 10 veces menos agua que lavar la vajilla a mano.
• Si empleas placas de inducción para cocinar, gastarás menos electricidad que con las vitrocerámicas. Tapa las ollas para cocinar eficientemente (4 veces menos electricidad que sin tapa) y apuesta por el batch cooking (preparar varias comidas en una sola sesión).
• Usa el horno inteligentemente: no lo abras en pleno cocinado y enciende el ventilador, esto hará que necesites menos temperatura para cocinar.
• Evita el consumo fantasma provocado por el modo stand-by con la simple acción de desenchufar aparatos eléctricos como la televisión, el microondas o el ordenador, cuando no los estés usando.

Optimiza tu tarifa eléctrica

Elige la tarifa de luz que se adapte mejor a tus hábitos:

• Compara tarifas entre las diferentes ofertas de las comercializadoras eléctricas para encontrar el precio del kWh más competitivo. Un comparador energético es la herramienta más útil para ello.
• Ajusta la potencia eléctrica contratada teniendo en cuenta tu consumo, así te asegurarás que no estés pagando de más.

Al implementar este tipo de medidas de eficiencia, tu gasto energético disminuirá considerablemente, y esto supondrá importantes ahorros económicos en tu hogar que se verán reflejados en tu factura. ¿Qué estás esperando? Ahorrar energía y proteger el medio ambiente está en tu mano.