8 trucos para tener un hogar más sostenible

1. Ajustar la temperatura del hogar

Empecemos por lo más sencillo: ajustar el termostato. El Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía (IDAE) recomienda mantener unos 19 °C en las zonas de día y 17 °C en los dormitorios. Bajar solo un grado puede reducir tu consumo entre un 5 % y 7 %, lo que se nota tanto en la factura como en las emisiones. Un gesto pequeño, pero con gran impacto tanto ecológico como económico.

2. Utilizar un compostador

Ahora damos paso a compostar, o sea aprovechar los residuos orgánicos. Si tienes jardín o terraza, un compostador doméstico puede transformar restos de frutas, verduras o café en un fertilizante excelente. El compost mejora la fertilidad del suelo y reduce la cantidad de residuos que acaban en el contenedor.

¿Vives en un piso? No hay problema: existen compostadores urbanos o domésticos, como los de lombrices o los sistemas Bokashi, perfectos para interiores porque no generan olores. Cada kilo de residuos que compostas, evita emisiones y reduce el volumen de basura orgánica hasta un 30 %.

3. Reducir el consumo de agua

Avanzar hacia una vivienda más sostenible también incluye ahorrar agua. Pequeños cambios marcan la diferencia: instalar aireadores o cabezales de ducha de bajo caudal reduce el consumo hasta un 40 % sin perder confort.

También puedes reutilizar el agua de lluvia mediante un sistema de recogida o depósito pluvial. En España, esta práctica está ganando popularidad para regar jardines, limpiar el coche o llenar el inodoro, aprovechando un recurso natural gratuito.

4. Priorizar productos reutilizables frente a los desechables

Ser ecológico también significa apostar por lo reutilizable frente a lo desechable:

• Sustituir botellas desechables por reutilizables
• Cambiar el papel de cocina por paños de tela
• Usar servilletas de algodón en lugar de papel

Además, prioriza la compra de productos a granel y evita los envases innecesarios, también puedes beber agua del grifo, si no te convence su sabor, puedes usar carbón activo o filtros domésticos para mejorarla sin recurrir a botellas de plástico.

5. Elegir un proveedor de energía verde

En cuanto a la energía, cada vez más hogares españoles optan por electricidad 100 % renovable o por biogás. Contratar una compañía de energía verde es una de las formas más sencillas de reducir tu huella de carbono.

En España existen comercializadoras que ofrecen tarifas de energía verde a precios similares o incluso más bajos que las convencionales. Además, estas compañías certifican el origen de la energía mediante las Garantías de Origen emitidas por la CNMC, lo que garantiza que proviene de fuentes renovables.

Cambiar a una tarifa verde es una forma fácil y eficaz de cuidar el planeta y, en muchos casos, ahorrar en la factura energética.

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6. Cambiar a productos de limpieza ecológicos

Además de ahorrar energía y agua, los productos de limpieza habituales contienen sustancias químicas que pueden afectar la calidad del aire interior y contaminar el agua. Los productos naturales, eficaces, económicos y fáciles de encontrar, son una alternativa muy práctica:

• Vinagre blanco: ideal para desinfectar, desincrustar la cal y eliminar olores
• Jabón negro: perfecto para desengrasar, limpiar suelos, azulejos y superficies
• Bicarbonato de sodio: útil para desodorizar, limpiar y neutralizar malos olores

Con solo tres productos puedes cubrir la mayoría de tareas del hogar, reducir envases y químicos.

7. Apostar por muebles y materiales eco-responsables

Un hogar ecológico también significa reducir el consumo de recursos naturales y optar por mobiliario respetuoso con el medio ambiente. Evita los productos fabricados con sustancias tóxicas o materiales sintéticos y da preferencia a los muebles de madera certificada, materiales reciclados o reciclables, y pinturas ecológicas. Prioriza:

• Muebles de madera certificada o materiales reciclados
• Pinturas ecológicas libres de tóxicos
• Productos artesanales

Así reduces tu impacto ambiental y apoyas un consumo más responsable.

8. Mejorar la eficiencia energética con pequeñas obras

Si buscas un cambio más profundo, mejorar el aislamiento y la eficiencia energética de la vivienda. Puedes plantearte obras como:

• Aislamiento térmico de paredes, cubiertas o suelos
• Sustitución de ventanas por modelos con doble o triple acristalamiento
• Renovación de equipos (caldera, bomba de calor, electrodomésticos eficientes)

También puedes apostar por energías renovables, instalando paneles solares fotovoltaicos o térmicos, bombas de calor aire-agua o iluminación LED de bajo consumo. Estas mejoras reducen el consumo energético y se amortizan en pocos años.

En España existen ayudas y subvenciones públicas, para este tipo de actuaciones el Gobierno deberá movilizar 39.350 millones de euros de aquí a 2030 para renovar su parque residencial y terciario y cumplir la Directiva Europea de Eficiencia Energética de los Edificios, que marca el objetivo de cero emisiones en 2050. 

De esa inversión, el 29 % será financiación pública, unos 11.300 millones de euros, a través del Plan Estatal de Vivienda 2026-2030 y del Plan Social para el Clima. El resto procederá de inversión privada, y se estima que este impulso generará alrededor de 500.000 empleos entre 2023 y 2030.

Invertir en eficiencia energética no solo mejora el confort, sino que aumenta el valor de la vivienda y reduce la factura a largo plazo.

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