Cómo usar el aire acondicionado sin disparar la factura de la luz

Elige bien tu equipo y haz un buen mantenimiento

El primer paso para ahorrar empieza antes de encender el aire acondicionado. Elegir un equipo eficiente es clave: opta por modelos con tecnología Inverter y etiqueta energética A++ o superior. Estos aparatos consumen hasta un 50 % menos que los convencionales y mantienen una temperatura más estable.

También es importante ajustar correctamente la potencia al tamaño de la habitación y las condiciones de aislamiento. Un equipo demasiado pequeño trabajará de forma forzada, consumiendo más energía sin enfriar bien. Por otro lado, la instalación debe evitar la luz solar directa en la unidad exterior para mejorar el rendimiento.

No olvides el mantenimiento, limpia los filtros al menos una vez al año. La suciedad obliga al compresor a trabajar más tiempo y eleva el consumo energético innecesariamente.

Ajusta la temperatura y usa los modos inteligentes

Una de las claves del ahorro está en el termostato. La temperatura ideal recomendada es de 24 °C a 26 °C. Bajar un solo grado puede aumentar el consumo en torno al 8 %, por lo que evitar temperaturas excesivamente bajas es esencial.

Aprovecha los modos Eco y Sleep que incluyen muchos equipos. El modo Eco puede reducir el consumo hasta un 30 %, mientras que el modo Sleep ajusta gradualmente la temperatura por la noche para ofrecer confort con menor gasto.

Si te ausentas por varias horas, apaga el aire acondicionado. Aunque parezca que mantenerlo encendido a baja potencia es más cómodo, solo conviene hacerlo si vas a estar presente y quieres evitar cambios bruscos de temperatura.

Mejora el entorno de tu hogar para aumentar la eficiencia

El aislamiento de la vivienda juega un papel crucial. Mantén puertas y ventanas bien cerradas mientras el aire acondicionado está en marcha para evitar fugas de aire frío. Utiliza persianas y cortinas para bloquear la entrada de calor durante las horas de mayor sol.

Por la noche o en las horas más frescas, ventila de forma natural para refrescar el ambiente sin necesidad de encender el aparato. Complementar el uso del aire acondicionado con ventiladores también es una estrategia eficaz: los ventiladores ayudan a distribuir el aire frío y mejoran la sensación térmica consumiendo mucha menos electricidad.