¿Por qué sube la factura si la luz está más barata en mayo?

Luz más barata, pero facturas más caras: ¿qué está pasando?

Mayo de 2025 cerró con un precio medio de 18,21 €/MWh en el mercado mayorista, uno de los más bajos del año. Esta bajada debería haber supuesto un alivio en la factura de los consumidores, especialmente para quienes están acogidos al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC). Sin embargo, en lugar de pagar menos, muchos hogares han visto cómo el importe final ha subido inesperadamente.

La clave está en que el precio de la electricidad en el mercado no es el único componente de la factura. Existen otros costes, como los servicios de ajuste del sistema eléctrico, que en mayo se dispararon debido al apagón masivo a finales de abril. Aunque estos costes suelen pasar desapercibidos, su impacto en esta ocasión ha sido muy visible.

El apagón de abril dispara los costes de ajuste

El 28 de abril, un fallo en la red eléctrica dejó sin suministro a millones de españoles. Para restablecer el sistema, la Red Eléctrica de España (REE) activó sus mecanismos de respaldo de urgencia, recurriendo a medidas fuera del mercado habitual, mucho más caras. Como resultado, el 1 de mayo los costes de ajuste alcanzaron un récord de 50,26 €/MWh, un 217 % más que la media de 2024.

Este incremento no fue un hecho aislado. Durante varios días posteriores, el precio de los ajustes se mantuvo muy por encima de lo normal, afectando directamente a los usuarios con tarifa regulada. Al no estar incluidos en el precio base de la energía, estos costes se aplican como un sobrecargo que ha encarecido notablemente la factura de mayo.

Un aumento que afecta directamente al consumidor regulado

En lo que llevamos de 2025, el coste medio de los servicios de ajuste se sitúa en 20,35 €/MWh. Esto representa un aumento del 28 % con respecto a 2024 y un 340 % en comparación con 2021. Si en aquel entonces apenas se notaban en el recibo, hoy pueden suponer hasta 70 € al año para un hogar medio, lo equivalente a una factura mensual completa.

La tarifa PVPC es especialmente sensible a estas fluctuaciones, ya que refleja el precio horario del mercado más los costes asociados, como el ajuste. En días puntuales de mayo, los costes de ajuste supusieron más de 30 €/MWh adicionales. Esto significa que, a pesar de los precios bajos del pool (mercado mayorista), el importe total de la factura aumentó de forma significativa.

Renovables e inestabilidad: el futuro de los servicios de ajuste

El crecimiento de las energías renovables, como la solar y la eólica, también plantea ciertos desafíos. Al depender de factores como el sol o el viento, su producción no es constante. Esto obliga a la REE a recurrir con mayor frecuencia a los servicios de ajuste para mantener el equilibrio entre la oferta y la demanda de electricidad.

A medida que España avanza hacia un modelo más verde, estos mecanismos se vuelven más necesarios y más costosos. La creciente inestabilidad del sistema hace que ante cualquier alteración, como un apagón o una caída repentina del viento, se disparen los costes para estabilizar la red. Y todo esto acaba repercutiendo en la factura del consumidor.

La solución más directa para los usuarios es optar por una tarifa fija. A diferencia de la tarifa regulada, las fijas mantienen un precio estable durante un periodo determinado, protegiendo al usuario frente a subidas inesperadas por ajustes u otros componentes variables de la factura.