Radiación en coches eléctricos: qué dicen los estudios y si debes preocuparte de verdad

¿Qué dicen los estudios científicos sobre la radiación dentro de los coches eléctricos?

La radiación electromagnética en los vehículos eléctricos ha sido objeto de preocupación entre conductores. Sin embargo, un estudio exhaustivo del Club Automovilístico Alemán (ADAC) en colaboración con el Instituto Federal de Protección Radiológica de Alemania (BFS) demuestra con datos firmes que no hay motivo de preocupación.

El estudio “Determinación de la exposición a campos electromagnéticos en la electromovilidad”, realizado por el ADAC y el BFS, se llevó a cabo en condiciones de conducción reales y con distintos tipos de coches, tanto eléctricos como de gasolina. Se midió la radiación en situaciones como acelerar, frenar o cargar la batería. Los resultados muestran que la radiación no supone un riesgo para los ocupantes.

Los test muestran que la radiación dentro del coche eléctrico es muy baja. Las mediciones indican valores inferiores a 0,1 µT, muy por debajo del límite considerado seguro por organismos internacionales. De hecho, en muchos casos estos valores son incluso inferiores a los que se detectan en coches de gasolina de toda la vida.

El estudio también analizó la radiación durante la carga del coche y encontró algo que sorprende a muchos usuarios: la carga rápida es incluso más segura que la carga lenta. Esto ocurre porque los cargadores rápidos están mejor diseñados y protegidos, por lo que generan campos magnéticos más bajos de lo que suele pensarse.

Coches eléctricos, electrodomésticos y marcapasos: ¿hay riesgos reales para tu salud?

Para entender mejor estos valores, basta compararlos con objetos que usamos cada día. Una manta eléctrica puede generar entre 10 y 50 μT, lo que supone niveles muy superiores a los de un coche eléctrico. Aparatos como los secadores de pelo o los microondas también producen mucha más radiación, en algunos casos, decenas de veces más.

Dentro del coche también hay otros elementos que generan más radiación que el propio motor eléctrico. Los asientos calefactados son, de hecho, una de las fuentes más intensas, y esto ocurre tanto en coches eléctricos como en los de gasolina. Esto indica que la radiación del motor no es la que realmente llega a los pasajero.

Estos resultados son especialmente importantes para quienes más pueden preocuparse: conductores profesionales, familias con niños o personas con marcapasos. El estudio confirma que la radiación del coche eléctrico no afecta a estos dispositivos ni provoca efectos negativos en la salud durante un uso normal.

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