España, referente en reducción de CO₂, pero aún gran emisor en Europa

España, 4º en reducción de emisiones de CO₂, pero aún en el TOP 5 de emisores

Según datos de Eurostat, la UE emitió 897,3 millones de toneladas de CO₂ durante el cuarto trimestre de 2024. Cinco países concentraron el 65 % de ese total: Alemania (192,2 millones), Italia (107,1 millones), Polonia (106,5 millones), Francia (103,5 millones) y España (74,3 millones). Aunque España sigue entre los grandes emisores del bloque, también ha registrado una de las mayores reducciones absolutas en la última década.

En términos absolutos, España ha emitido 13,1 millones de toneladas menos de CO₂ en el cuarto trimestre de 2024 respecto al mismo periodo en 2015. Solo Alemania (-59,8 millones), Francia (-24 millones) e Italia (-14,9 millones) han logrado descensos mayores, lo que demuestra el gran esfuerzo de estos países por transformar su modelo energético.

España reduce sus emisiones de CO₂ un 39 % en la última década

España se posiciona como uno de los países más comprometidos con la descarbonización en Europa. Según los últimos datos publicados por Eurostat, el país ha reducido sus emisiones de dióxido de carbono un 39 % entre 2013 y 2023.

Esta cifra convierte a España en el cuarto país de la Unión Europea con el mayor descenso porcentual de emisiones en ese periodo, solo por detrás de Estonia (47 %), Grecia (43 %) y Portugal (40 %).

Este avance es especialmente significativo si se tiene en cuenta que la media de reducción en la UE fue del 22 % (entre 2013 y 2023), lo que refleja que España ha acelerado sus esfuerzos por cumplir con los objetivos climáticos del Pacto Verde Europeo y el Acuerdo de París.

Factores clave detrás del descenso de emisiones

El desplome en las emisiones de CO₂ en España se ha producido en paralelo a una transformación profunda del mix energético. La creciente penetración de energías renovables en la generación eléctrica, especialmente solar y eólica, ha jugado un papel crucial.

Además, el cierre progresivo de centrales térmicas de carbón y la mejora en la eficiencia energética de la industria y los edificios, han contribuido al descenso de las emisiones.

Otro elemento determinante ha sido la electrificación de ciertos sectores, como el transporte y la calefacción, aunque en ambos aún persisten importantes retos. El sector eléctrico español ya genera más del 50 % de su energía sin emisiones de gases de efecto invernadero, un dato que pone en valor el camino recorrido hacia una economía baja en carbono.

El reto de mantener el ritmo en la próxima década

Aunque el balance de la última década es positivo, los expertos coinciden en que mantener este ritmo de reducción será más difícil a medida que se agoten las medidas más inmediatas. La descarbonización del transporte pesado, la industria intensiva en energía y la agricultura serán claves en los próximos años.

España enfrenta ahora una fase más compleja del proceso de transición hacia las energías renovables, en la que serán necesarias políticas más ambiciosas, inversión y compromiso de todos los sectores económicos.