El apagón que paralizó España: que pasó en la red eléctrica

El apagón sorprendió a millones de españoles

El 28 de abril de 2025, España vivió uno de los apagones eléctricos más graves de su historia reciente. A partir de las 12:35 del mediodía, amplias zonas del país quedaron completamente sin suministro eléctrico, afectando tanto a ciudadanos como a empresas, hospitales y medios de transporte. Lo que parecía en principio una caída localizada se convirtió, en cuestión de minutos, en un fenómeno de alcance nacional.

Ciudades como Madrid, Barcelona, Sevilla, Zaragoza, Bilbao y Valencia quedaron sin suministro eléctrico o con cortes parciales que se prolongaron durante horas. A pesar de que era de día, la falta de electricidad afectó también a las conexiones a internet y redes wifi, lo que dificultó que muchos ciudadanos pudieran comunicarse o acceder a información fiable sobre lo que estaba ocurriendo.

Las redes sociales reflejaron parte del desconcierto generalizado, aunque no funcionaban con normalidad en muchas regiones.

¿Qué zonas se vieron afectadas y por qué las islas se salvaron?

El apagón afectó a la España peninsular. Comunidades como Madrid, Cataluña, Andalucía, Comunidad Valenciana, Aragón, País Vasco o Castilla y León sufrieron cortes parciales o totales de suministro eléctrico. Sin embargo, algunas regiones quedaron al margen del colapso, como las Islas Baleares, las Islas Canarias, Ceuta y Melilla.

La razón de esta excepción se encuentra en el funcionamiento de la red de distribución eléctrica. Mientras que la península ibérica está interconectada con el resto de Europa mediante líneas de transporte de alta tensión, lo que permite el intercambio constante de electricidad entre países, los archipiélagos y los enclaves norteafricanos operan de forma aislada.

Estas zonas cuentan con sistemas propios de generación eléctrica, basados principalmente en centrales térmicas o instalaciones renovables locales, y no dependen directamente del sistema interconectado que sufrió el fallo.

Red Eléctrica, a ciegas ante la causa del fallo

Lo más alarmante no fue solo la magnitud del apagón, sino la falta de información clara por parte de Red Eléctrica, el operador del sistema eléctrico español. La compañía ha declarado que no conoce de momento el origen concreto del fallo. La caída fue tan abrupta y generalizada que los protocolos de seguridad automáticos se activaron en cascada, desconectando varias líneas de alta tensión en pocos segundos.

Según la versión oficial, se barajan múltiples hipótesis, incluyendo un posible fallo en los sistemas de interconexión europea, una avería técnica grave o incluso un ciberataque. No se descarta ninguna opción. Por ello, Red Eléctrica ha anunciado una investigación interna urgente para determinar qué sucedió exactamente y cómo pudo escalar de forma tan rápida.

Una cadena de impactos: transporte, sanidad y comunicaciones

Las consecuencias del apagón fueron inmediatas y generalizadas. Las líneas de metro y cercanías dejaron de funcionar durante horas, colapsando las ciudades. Además, la falta de suministro eléctrico afectó a miles de semáforos, generando un auténtico caos en el tráfico urbano y obligando a la intervención manual de agentes de movilidad en los cruces más conflictivos.

En hospitales, aunque se activaron generadores de emergencia en cuestión de minutos, varios centros denunciaron problemas de estabilidad eléctrica que comprometieron la realización de operaciones urgentes y el mantenimiento de equipos vitales. Algunos procedimientos quirúrgicos fueron retrasados o trasladados, mientras que pacientes en unidades de cuidados intensivos fueron monitorizados con especial atención ante posibles fallos en la alimentación eléctrica.

En el ámbito empresarial, el corte sorprendió a millones de trabajadores que operaban desde casa o desde sus oficinas, dejando inservibles los sistemas informáticos y paralizando temporalmente gran parte del consumo energético vinculado al sector digital y productivo. Se estima que la pérdida de productividad podría alcanzar varios cientos de millones de euros, aunque los cálculos exactos aún están por determinar.

El Gobierno convoca al Consejo de Seguridad Nacional

Dada la magnitud del incidente y su impacto nacional, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, convocó de urgencia al Consejo de Seguridad Nacional en el Palacio de La Moncloa para abordar la situación. En la reunión, celebrada a las pocas horas del apagón, participaron representantes de los principales ministerios, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), la Oficina de Coordinación de Ciberseguridad, el Departamento de Seguridad Nacional y el Gabinete de Presidencia.

El objetivo fue analizar el alcance real del apagón, identificar posibles amenazas al sistema eléctrico y evaluar escenarios como sabotaje, ataque cibernético o fallo sistémico. El presidente del Gobierno ha insistido en la necesidad de "reforzar la resiliencia del sistema energético español" y adelantó que se elaborará un informe detallado con las conclusiones preliminares y las recomendaciones pertinentes.

Asimismo, el Gobierno estudia la aprobación de nuevas inversiones en ciberseguridad, generación de respaldo y mejora de los protocolos de gestión de crisis. También se ha subrayado la importancia de una mayor coordinación con los socios europeos en materia energética y de seguridad tecnológica.

Se espera que en los próximos días se publiquen los primeros resultados del análisis llevado a cabo por el Consejo, que podrían derivar en cambios legislativos o técnicos en la estructura de la red eléctrica nacional.

¿Ha habido clases hoy?

Hoy martes 29, día después del apagón, la situación educativa en España ha sido muy dispar. Aunque no se ha decretado una suspensión generalizada de las clases a nivel estatal, varias comunidades autónomas han adoptado medidas específicas en función del impacto del corte eléctrico en sus centros educativos.

En comunidades como Madrid, Cataluña, Castilla y León y Comunidad Valenciana, las autoridades han dejado la decisión en manos de cada colegio o instituto. En estos casos, algunos centros han abierto con normalidad mientras que otros, sin garantías mínimas de suministro o con problemas técnicos, han optado por suspender la jornada escolar.

En Andalucía, la mayoría de centros ha retomado la actividad con normalidad, aunque se han reportado casos puntuales de cierres o retrasos en Sevilla, Granada y Córdoba. En Galicia y el País Vasco, donde el apagón tuvo un impacto menor, las clases se han mantenido sin alteraciones.

La asistencia a clase ha dependido, principalmente, del grado de afectación en cada zona y de la capacidad de los centros para garantizar condiciones básicas de confort y seguridad. Las autoridades educativas han recomendado a las familias consultar directamente con los centros educativos.

Para mañana miércoles, todo apunta a una vuelta progresiva a la normalidad, aunque algunos centros podrían mantener cierres puntuales si persisten los problemas técnicos derivados del apagón.