Apagón en España: cómo la interconexión con Francia falló

La conexión que desató el caos: análisis del apagón ibérico

El 28 de abril, un corte masivo dejó sin electricidad a unos 60 millones de personas en España y Portugal, en lo que ya se perfila como el mayor apagón europeo del siglo XXI.

Ahora, nuevos análisis señalan que la forma en que se gestionó la interconexión eléctrica con Francia fue probablemente uno de los elementos clave que desencadenaron la emergencia.

De hecho, el informe preliminar de ENTSO-E, la red europea de operadores eléctricos, identifica la gestión de las conexiones transfronterizas como un factor decisivo en esta crisis energética sin precedentes.

Las señales de alarma llegaron 30 minutos antes

Media hora antes del colapso total, la red eléctrica ya mostraba señales inquietantes.
Entre las 12:03 y las 12:07 horas, se detectaron oscilaciones locales que afectaron principalmente a España y Portugal, marcando la primera alerta de que algo no funcionaba bien en el sistema ibérico.

Una segunda alarma se activó entre las 12:16 y las 12:22 horas, cuando se registraron oscilaciones interárea del tipo “modo continental Este-Oeste”, una perturbación que afecta al equilibrio entre diferentes zonas del continente. En esos minutos críticos, España exportaba 1000 MW a Francia, 2000 MW a Portugal y 800 MW a Marruecos, lo que puso aún más presión sobre una red ya debilitada.

El comportamiento anómalo de la interconexión

Uno de los aspectos más contundentes del informe es que confirma las sospechas previamente planteadas por Endesa: la gestión de la interconexión eléctrica entre Baixas y Santa Llogaia, situada en el Pirineo Oriental, no se ajustó a los protocolos estándar previstos para momentos de alta tensión en la red.

Según los datos recopilados por ENTSO-E, durante la segunda fase de oscilaciones se aplicaron “medidas de intercambio compensatorio” que intentaron reducir los flujos energéticos entre Francia y España. No obstante, esas medidas resultaron insuficientes para contener el desbalance creciente y no lograron evitar el colapso que se avecinaba en la red ibérica.

Los 27 segundos que cambiaron todo

El colapso final del sistema eléctrico ibérico se desencadenó en tan solo 27 segundos devastadores. A las 12:32:57, comenzaron las primeras interrupciones de generación en el sur de España, con una pérdida súbita de 2200 MW.

A partir de ahí, la cascada de fallos fue imparable: sobretensiones, caída de frecuencia y, como golpe definitivo, la desconexión automática de las líneas de corriente alterna entre Francia y España a las 12:33:21.

Apenas cuatro segundos después, a las 12:33:24, todos los parámetros del sistema eléctrico ibérico se desplomaron. Las líneas de alta tensión dejaron de transmitir energía y la Península Ibérica quedó completamente a oscuras.

La restauración: Portugal lideró la recuperación

Contra todo pronóstico, la recuperación del sistema eléctrico comenzó desde Portugal. A las 12:45, apenas 11 minutos después del apagón total, el operador luso REN activó la central hidroeléctrica de Castelo de Bode en modo de arranque negro, una técnica que permite reiniciar la red sin depender de alimentación externa. Poco después, a las 12:48, se restableció la primera línea de 400 kilvoltios (kV) entre Francia y España.

España tardó más en iniciar la recuperación. Las centrales hidroeléctricas de los Pirineos, junto con las instalaciones de Iberdrola en las cuencas del Duero y del Tajo, comenzaron sus procesos de arranque negro más tarde.

La restauración total de la red de transmisión española no se completó hasta las 04:00 del 29 de abril, mientras que Portugal lo logró cuatro horas antes, consolidando su papel como pieza clave en la reactivación eléctrica de la península.

Las preguntas que siguen sin respuesta

Casi un mes después del gran apagón, el panel de más de 40 expertos europeos sigue analizando lo ocurrido. Las principales incógnitas giran en torno a por qué se desconectaron las unidades de generación clave y por qué los Planes de Defensa del Sistema no lograron evitar el colapso total de la red.

Entre los aspectos más discutidos se encuentra la gestión de la interconexión con Francia, que continúa siendo uno de los puntos más controvertidos. Los datos recopilados indican que el comportamiento de estos enlaces transfronterizos en los momentos críticos pudo haber sido determinante en la magnitud y extensión de la crisis.

Mientras tanto, el calendario de investigación avanza: la próxima reunión del panel técnico está prevista para el 23 de junio, seguida de otra el 15 de julio. Todo el sector eléctrico europeo espera que estas investigaciones ofrezcan respuestas claras y, sobre todo, soluciones para evitar que una crisis como la del 28 de abril vuelva a repetirse.