Acuerdo UE-EEUU: 750.000 millones para soberanía energética

Compromiso histórico de 750.000 millones de dólares

El 27 de julio de 2025, la Unión Europea y Estados Unidos alcanzaron un acuerdo energético histórico por un valor de 750.000 millones de dólares, equivalentes a 690.000 millones de euros, durante tres años. Anunciado en Turnberry, Escocia, por Ursula von der Leyen y Donald Trump, este compromiso establece la compra europea de gas natural licuado (GNL), petróleo crudo y combustibles nucleares estadounidenses para sustituir definitivamente las importaciones energéticas rusas.

El acuerdo forma parte de la estrategia europea para asegurar el suministro energético y fortalecer la soberanía estratégica ante la inestabilidad geopolítica que supone las relaciones con Rusia, respondiendo a una ambición iniciada en 2022.

Objetivos ambiciosos que son vistos con escepticismo

El plan exige a las empresas europeas comprar 250.000 millones de dólares anuales en energía estadounidense durante los próximos tres años. Sin embargo, los analistas energéticos expresan serias dudas sobre la viabilidad de estos objetivos.

Matt Smith, de la consultora Kpler de Bélgica, califica las cifras como "ilusorias", señalando que "las empresas tienen un compromiso con sus accionistas y el deber de comprar la materia prima más barata". Los expertos desconocen el mecanismo por el cual la UE dirigiría a empresas privadas para cumplir estos objetivos.

Contexto del mercado energético actual

En 2024, la UE importó más de 435.700 millones de dólares en energía, pero los suministros estadounidenses representaron únicamente 75.000 millones de dólares. Para alcanzar el objetivo de 250.000 millones anuales, Europa tendría que quintuplicar sus importaciones energéticas estadounidenses.

Las acciones de empresas energéticas estadounidenses subieron inicialmente tras el anuncio. Venture Global experimentó alzas del 8%, mientras que Cheniere Energy y NextDecade registraron incrementos del 5%. Sin embargo, el repunte se desvaneció al comprenderse las limitaciones del plan.

Capacidad portuaria limitada

Europa enfrenta un cuello de botella logístico: no todos sus puertos tienen infraestructura para recibir grandes volúmenes de GNL, lo que podría ralentizar el cumplimiento del acuerdo.

Preocupaciones ambientales y transición energética

Algunos eurodiputados cuestionan la compatibilidad ambiental de estas importaciones masivas de combustibles fósiles con los objetivos climáticos de la UE. El acuerdo plantea interrogantes sobre su adecuación a la Taxonomía Verde Europea.

La Comisión Europea defiende que se trata de una "medida transitoria" compatible con el calendario de transición energética, mientras que Europa mantiene su objetivo de eliminar completamente las compras de gas ruso para 2028.

El acuerdo trasciende el componente energético, incluyendo la eliminación recíproca de aranceles aduaneros en sectores estratégicos como aeronáutica, industria química, semiconductores, productos agrícolas y materias primas críticas.