La CNMC fija los peajes eléctricos de 2026: quién pagará más y cómo afectará a la factura

La retribución del transporte eléctrico es la que más aumenta, con un crecimiento del 12,1 %. Este concepto se refiere al coste de llevar la electricidad desde los grandes centros de generación hasta las distintas zonas del país a través de la red de alta tensión. Incluye el mantenimiento de estas infraestructuras y las inversiones necesarias para reforzarlas y adaptarlas a la transición energética.

Por su parte, la retribución de la distribución sube de forma mucho más moderada, un 2,5 %. En este caso, hablamos de la red que conecta la electricidad desde las subestaciones hasta los hogares, comercios y empresas. Es la parte más cercana al consumidor y la que permite que la luz llegue físicamente a cada punto de suministro.

En conjunto, la retribución total de ambas actividades alcanza los 6.608 millones de euros, un 4,1 % más que en 2025. Este importe es el que se reparte a través de los peajes eléctricos y explica por qué los cambios en el coste de las redes terminan reflejándose, de forma distinta según la tarifa, en la factura de la luz.

De esta manera se explica por qué los peajes no evolucionan igual para todos los consumidores. En general, los hogares y pequeños negocios notan un impacto más limitado, ya que en sus tarifas pesa menos el coste del transporte, mientras que los consumidores con mayor potencia contratada, principalmente perfiles industriales, asumen subidas más significativas, al concentrar una mayor parte de estos costes en sus peajes.

El motivo de esta diferencia está en el mayor peso que adquiere la retribución de la red de transporte dentro de los peajes y en la aplicación de la metodología regulatoria vigente. Es decir, el regulador busca así garantizar la financiación de las infraestructuras eléctricas y dar estabilidad al sistema, evitando cambios bruscos en el futuro.

Para el consumidor, esto implica que el impacto final en la factura dependerá de su tarifa, su potencia contratada y su forma de consumir electricidad, más allá del titular general de subida.

Cómo puede afectar este ajuste a tu factura y qué conviene revisar

Aunque los peajes son una parte fija del recibo de la luz, su impacto real en la factura no es igual para todos los consumidores. Depende de la tarifa contratada, de la potencia y del peso que tienen los peajes de transporte y distribución en cada caso. Por eso, una subida media del 0,5 % no se traduce automáticamente en pagar más cada mes.

Facturación media de los peajes de T&D en 2025 y 2026

Los datos muestran diferencias claras entre tarifas. En los hogares con tarifa 2.0 TD, la facturación media por peajes baja de 54,20 a 53,49 euros, lo que supone un descenso del 1,3 %. También se reduce el coste medio para algunos perfiles industriales, mientras que otras tarifas registran subidas moderadas o más intensas, como la 6.4 TD, con un aumento del 10,2 %. El resultado global es una variación media del 0,5 %, que solo se entiende al analizar cada tarifa por separado.

¿Qué indica “TD” en tu factura?

Las siglas TD se usan para clasificar a los consumidores eléctricos según su potencia contratada y su perfil de consumo. Cada tarifa TD determina cómo se calculan los peajes de transporte y distribución, qué parte fija pagas en la factura, cómo se reparte el coste de las redes: 

• 2.0 TD: hogares y pequeños negocios (potencia ≤ 15 kW).
• 3.0 TD: pequeñas y medianas empresas con más potencia.
• 6.1 / 6.2 / 6.3 / 6.4 TD: grandes consumidores e industrias, con distintos niveles de tensión y potencia.

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