Bomba de calor vs. gas natural: ¿cuál ahorra más dinero? Comparativa completa de costes

Costes reales del sistema: instalación, consumo y mantenimiento

La inversión inicial constituye el primer factor diferenciador crucial para tu presupuesto. Una instalación de aerotermia para calefacción requiere entre 8.000 y 12.000 euros. Por el contrario, instalar una caldera de gas natural oscila entre 1.200 y 2.500 euros, lo que representa hasta cinco veces menos inversión inicial que puedes destinar a otras mejoras.

El gasto de energía al año también muestra diferencias significativas entre ambos sistemas. En el caso de la aerotermia, un hogar que consuma unos 6.112 kWh eléctricos al año y cuyo equipo tenga un coeficiente de rendimiento COP de 2,65, pagaría alrededor de 425 euros al año por la calefacción.

En cambio, con gas natural, y con un consumo medio dentro de la categoría R2 y la tarifa TUR.2, el coste anual sería de 479 euros. Esto significa que, en cuanto al consumo, la aerotermia resulta un poco más barata que el gas natural.

Los costes de mantenimiento representan otra variable significativa para tu economía familiar. La aerotermia requiere revisiones que incluyen verificación de la bomba de calor, limpieza de filtros, comprobación del refrigerante y detección de averías, con un coste medio anual de 300 euros. Por otro lado, el gas natural necesita inspecciones obligatorias cada cinco años más revisiones bienales de la caldera, promediando 50 euros anuales según la comunidad autónoma.

Al calcular el coste total anual, incluyendo la instalación amortizada a 15 años, mantenimiento y consumo, el gas natural alcanza 629 euros, mientras que la aerotermia suma 1.525 euros. Esta diferencia de casi 900 euros anuales convierte al gas natural en la opción económicamente más ventajosa para tu hogar. A continuación te mostramos una comparativa clara de los costes anuales de cada sistema.

Rendimiento, confort y disponibilidad del sistema

Si vives en zona con inviernos fríos, la eficiencia favorece claramente al gas natural. Las bombas de calor por aerotermia experimentan reducciones significativas de rendimiento cuando las temperaturas exteriores descienden por debajo de 7° C. El gas natural mantiene su eficiencia independientemente de las condiciones climáticas externas.

Confort térmico: estabilidad, calor y suministro

El confort térmico también difiere sustancialmente según tus necesidades. La aerotermia proporciona calor instantáneo pero volátil, desapareciendo rápidamente al apagar el sistema. La calefacción a gas natural genera calor estable, homogéneo y duradero gracias al calor residual de los radiadores, manteniendo temperaturas constantes entre estancias, ideal si valoras el confort continuo.

Disponibilidad del suministro

La disponibilidad de suministro añade otro argumento. El gas natural garantiza suministro continuo sin cortes, mientras que los sistemas eléctricos pueden sufrir apagones. Además, el 37 % de los hogares españoles ya utilizan gas natural, evidenciando su efectividad comprobada.

El futuro sostenible del gas incluye la incorporación de biometano o gas verde, producido a partir de residuos orgánicos, estiércol y aguas residuales. Esta alternativa renovable contribuye a la economía circular y reduce la dependencia de fuentes externas, reforzando la sostenibilidad a largo plazo para tu tranquilidad.

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