El biogás puede cubrir el 25 % de la demanda mundial de gas

¿Qué es el biogás y por qué importa?

El biogás es una fuente de energía renovable generada a partir de residuos orgánicos como estiércol, restos agrícolas o desechos alimentarios. Este recurso, compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono, no solo permite aprovechar materiales que de otro modo se desperdician, sino que puede reemplazar al gas natural en muchas aplicaciones energéticas.

Según un reciente informe de la AIE, con la tecnología actual sería posible generar cada año de forma sostenible hasta un billón de m³ de biogás. Esta cantidad podría cubrir nada menos que una cuarta parte de la demanda mundial de gas natural. Sin embargo, en la práctica apenas se aprovecha el 5 % de ese potencial.

Obstáculos económicos y regulatorios

Uno de los grandes desafíos para el desarrollo del biogás es su coste. El biometano cuesta unas cinco veces más que el gas natural convencional. Comparado con la electricidad renovable, el biogás también resulta más caro, con precios cercanos a los 100 dólares por MWh frente a los 30-50 de la solar o eólica.

Para los permisos necesarios para el desarrollo de un proyecto de biogás puede llevar entre dos y cinco años, e incluso hasta siete. Esta demora administrativa ralentiza la expansión de una energía que podría tener múltiples beneficios ambientales y económicos.

Una oportunidad clave para las economías emergentes

El informe de la AIE, basado en datos de cinco millones de localizaciones en todo el mundo, identifica 30 tipos de recursos aprovechables sin entrar en conflicto con cultivos alimentarios. Este hecho convierte al biogás en una oportunidad estratégica para el desarrollo sostenible y la seguridad energética en estos mercados.

El biogás representa una alternativa ecológica y sostenible con gran capacidad para transformar el sistema de energías renovables, siempre que se superen las barreras económicas y administrativas actuales.

Fatih Birol, director ejecutivo de la AIE, subraya que el biogás y el biometano podrían tener un papel central en el futuro energético global, especialmente por su carácter local y su impacto en la reducción de emisiones .