Bélgica construye la primera isla energética artificial del mundo

Bélgica impulsa la revolución energética en el Mar del Norte

Bélgica ha empezado la construcción de la que será la primera isla energética artificial del mundo. Se trata de un proyecto sin precedentes que busca transformar cómo Europa produce, distribuye y comparte la energía renovable.

La isla, llamada Princesa Elisabeth, se está construyendo en el Mar del Norte, a unos 45 kilómetros de la costa belga, y servirá como punto estratégico para conectar parques eólicos marinos con varios países vecinos.

Este ambicioso proyecto no solo representa un avance en la infraestructura energética, sino también es una muestra de cooperación internacional. Conectará las redes eléctricas de Bélgica con las de Reino Unido, Dinamarca y posiblemente otros países europeos, facilitando el intercambio de energía limpia a gran escala.

Un islote de hormigón diseñado para la energía y la vida marina

La isla se construye utilizando enormes bloques de hormigón que luego son hundidos en el fondo marino, formando una estructura de aproximadamente seis hectáreas. Sobre ella se instalarán subestaciones eléctricas capaces de transformar y gestionar la electricidad generada por los parques eólicos circundantes.

En esta primera fase de obras, iniciada a principios de 2024, se están colocando los cimientos de la infraestructura. Se prevé que la parte terrestre esté lista a finales de 2025 y que la instalación eléctrica entre en funcionamiento en 2026. La ubicación ha sido cuidadosamente seleccionada para minimizar el impacto ambiental y permitir la expansión futura de las conexiones.

¿Cómo se levanta una isla en pleno océano?

La construcción de la isla Princesa Elisabeth comenzó el 21 de abril de 2025 con una operación marítima de alta precisión. Los dos primeros bloques de hormigón, de un total de 23 bloques, fueron remolcados desde el puerto de Vlissingen a lo largo de 98 kilómetros. Una vez en el lugar, se conectaron a anclajes preinstalados y se sumergieron de forma guiada con ayuda de mediciones de mareas en tiempo real.

Más de 150 profesionales y una decena de embarcaciones participaron en la maniobra. Tras su colocación, los bloques fueron protegidos con una armadura de roca y cubiertos de arena, como preparación para la instalación de la infraestructura eléctrica. El montaje continuará según permitan las condiciones del mar, que determinan tanto la estabilidad de las operaciones como la seguridad del personal y la maquinaria.

Un punto energético para toda Europa

La isla tendrá la capacidad para gestionar hasta 3,5 gigavatios de energía, equivalente al consumo eléctrico de millones de hogares europeos. Este punto neurálgico permitirá canalizar y exportar eficientemente la electricidad de los parques eólicos marinos belgas, reforzando así la seguridad energética del continente.

También responde al reto de integrar renovables de forma estable. Al centralizar conexiones submarinas y ofrecer almacenamiento y conversión energética, la isla optimiza la gestión del suministro.

El proyecto refleja el compromiso europeo con una transición energética sostenible. Bélgica lidera con soluciones verdes integrales, apoyadas por la iniciativa REPowerEU y un préstamo de 100 millones de euros del plan NextGenerationEU, a través del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia.