La UE pone fecha de caducidad a los coches de combustión en el renting

Impacto inmediato en el sector del renting

La medida afectaría a todas las empresas de alquiler de vehículos, desde las grandes compañías como Europcar, Sixt o Avis, hasta las más pequeñas del sector. Aunque aún no existe confirmación oficial, se baraja que estas empresas solo puedan adquirir modelos 100 % eléctricos para renovar sus flotas.

Dado que la vida media de un coche de alquiler oscila entre uno y dos años, esto significa que, entre 2032 o posiblemente antes, solo se podrían alquilar vehículos eléctricos en la mayor parte de Europa. Actualmente, aunque existen modelos eléctricos disponibles en las empresas de renting, suelen tener un precio de alquiler más alto y una demanda significativamente menor que los de combustión.

Las reparaciones de vehículos eléctricos también resultan más costosas para las compañías del sector, lo que podría incrementar las tarifas de alquiler y trasladar estos gastos adicionales a los usuarios finales.

Consecuencias para el mercado automovilístico

El plan supondría un claro adelanto respecto a la prohibición general para la venta de coches nuevos de combustión en la UE, programada para 2035. A partir de 2030, una parte muy significativa del mercado quedaría vetada para los modelos de gasolina y diésel, ya que las ventas a empresas de alquiler representan aproximadamente el 20 % de las matriculaciones de nuevos vehículos en Europa.

Si consideramos el conjunto de flotas corporativas, las operaciones de renting y leasing acaparan hasta un 60 % del mercado total. Esta situación podría motivar a los fabricantes a adelantar el fin de sus gamas de combustión mucho antes de 2035, al perder el soporte económico de estos grandes compradores institucionales. Las principales consecuencias incluirían:

• Reducción drástica de la oferta de coches de combustión en el mercado de ocasión.
• Limitación de opciones para consumidores que prefieran vehículos tradicionales.
• Posible recorte de versiones de combustión por parte de los fabricantes.
• Impacto potencial en empleos de la industria automovilística.

Estado actual de la propuesta

La Comisión Europea no ha confirmado oficialmente la fecha límite de 2030 para la compra de vehículos de combustión por parte de las flotas, aunque sí ha reconocido que se está considerando. Las autoridades europeas estudian endurecer significativamente los requisitos de sostenibilidad en el sector del transporte comercial.

El mercado de ocasión también se vería afectado, ya que contar con menos coches de combustión a partir de 2030 reducirá progresivamente su presencia en el mercado de segunda mano. Esta disminución limitaría las opciones para quienes aún prefieran o necesiten un vehículo tradicional por motivos económicos o de infraestructura.

Si la regulación se aprueba finalmente, los viajeros que alquilen vehículos en Europa deberían prepararse para un futuro completamente eléctrico en pocos años. Esto requerirá una adaptación tanto de las empresas del sector como de los propios usuarios a esta nueva realidad energética .