Europa apunta a precios bajos del gas hasta 2030

¿Por qué el gas será más barato en Europa?

El gas natural vuelve a ocupar un lugar central en el tablero energético europeo, pero esta vez desde un escenario muy distinto al de la crisis de 2022. Lo que hoy empuja los precios a la baja es una combinación de mercado y geopolítica que conviene entender con datos claros.

Las claves del cambio, en cifras y hechos:

• De récord histórico a mínimos recientes: tras alcanzar los 350 €/MWh en agosto de 2022, en pleno shock energético, el gas cotiza hoy en torno a 27–30 €/MWh, mínimos de los últimos cuatro años y más de un 40 % menos en lo que va de 2025.
• Referencias europeas alineadas a la baja: tanto el Title Transfer Facility (principal índice del gas en Europa) como MIBGAS (España) se mueven en el rango de 25–30 €/MWh, cuando a comienzos de año rondaban los 50 €/MWh.
• Más oferta global de Gas Natural Licuado (GNL): Estados Unidos ha disparado sus exportaciones de GNL hacia Europa, con apoyo adicional del suministro noruego. Según Sedigas, la nueva capacidad prevista en EE.UU., Qatar y otros países hasta 2030 ya está presionando los precios a la baja.
• Reservas europeas en niveles cómodos: a finales de noviembre, la UE almacenaba 860,5 TWh, más del 75 % de su capacidad, según Gas Infrastructure Europe. Aunque es un 10 % menos que otros años, no hay sensación de escasez.

¿Qué se espera para España?

En este nuevo ciclo del gas, España juega con ventaja. Su capacidad de regasificación, el almacenamiento de GNL y la diversificación de orígenes han demostrado ser un colchón clave en los momentos más tensos del mercado europeo. Así lo subraya Sedigas, que destaca la robustez del sistema gasista español como factor de resiliencia.

Ahora bien, fortaleza no significa aislamiento. España está cada vez más conectada al mercado europeo: la evolución del TTF y del mercado internacional de GNL sigue siendo determinante para precios y contratos también en nuestro país.

Qué implica esto, en la práctica:

• Más estabilidad, pero con retos: el gas industrial se abarata y reduce presión sobre las empresas, aunque la brecha de precios con otros países europeos persiste.
• El reto no es solo el precio: más allá de bajadas coyunturales, el foco está en optimizar el marco regulatorio y energético para sostener la competitividad a medio y largo plazo.
• Un año de gestión del riesgo: en 2026 no se esperan precios extremos, sino un ejercicio donde planificación, flexibilidad e infraestructuras serán claves. La curva de futuros apunta a 25–26 €/MWh de media en Europa, con un verano más barato y un sobrecoste moderado en invierno.
• Las previsiones miran más allá: Goldman Sachs anticipa un TTF en torno a 29 €/MWh en 2026, bajando hacia 20 €/MWh en 2027. Incluso contempla precios muy bajos a finales de la década por exceso de oferta, aunque advierte de posibles tensiones tras 2030 si el GNL vuelve a escasear.

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