¿Nuevo apagón en España?: tormenta solar bajo vigilancia

El Sol, bajo vigilancia: ¿qué está pasando?

El pasado domingo, la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) lanzó una alerta de tormenta solar severa tras emitir una potente eyección de masa coronal (CME, por sus siglas en inglés) que afectará a la tierra los días 1 y 2 de junio. 

Se ha producido una tormenta solar severa de nivel G4, lo que ha activado las alertas de los organismos internacionales de vigilancia espacial. Como consecuencia, se espera que la temperatura caiga este lunes en España con lluvias fuertes en el Cantábrico.

Este tipo de fenómenos, conocidos como tormentas geomagnéticas severas, pueden poner en peligro sistemas tecnológicos claves para la vida moderna.

¿Qué implica una tormenta solar de nivel G4?

Una tormenta geomagnética G4 puede alterar gravemente el campo magnético terrestre. En la práctica, esto se traduce en posibles interrupciones en las redes eléctricas, errores en la navegación por GPS y problemas en los sistemas eléctricos a gran escala. Incluso los vuelos transpolares pueden verse obligados a modificar sus rutas por pérdida de cobertura.

Uno de los mayores riesgos es para los satélites, tanto comerciales como meteorológicos y militares. Las partículas solares pueden dañar circuitos y provocar fallos temporales o permanentes. El Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, ha emitido alertas a operadores para activar protocolos de seguridad para proteger los equipos, incluidos los de almacenamiento de energía solar.

¿Cómo nos puede afectar?

Aunque los efectos sobre la salud humana son limitados, algunas personas pueden experimentar síntomas leves como dolores de cabeza, irritabilidad o fatiga. También puede causar molestias indirectas: desde fallos en sistemas de navegación o cortes en la señal móvil, hasta interrupciones de la red eléctrica en zonas sensibles.

Por otro lado, también se han intensificado las auroras boreales, visibles más allá de las zonas habituales. Países como Escocia, Alemania o incluso el norte de España han presenciado espectáculos luminosos inusuales.

La Agencia Espacial Española (AEE), a través de la Agencia Espacial Europea (ESA por sus siglas en inglés), continuará monitorizando la situación para evaluar posibles cambios.