El gasto energético de los hogares europeos vuelve a niveles de 2021

Natixis proyecta una reducción significativa del gasto energético en 2025

El panorama energético europeo presenta señales alentadoras para los consumidores. Según el análisis de Natixis, el banco francés de inversión, el peso de la energía en el gasto de los hogares europeos continuará disminuyendo durante 2025, alcanzando niveles registrados en 2021. 

Esta proyección representa un alivio considerable para millones de familias que enfrentaron el impacto de la crisis energética de 2022.

La entidad bancaria francesa fundamenta esta previsión en el abaratamiento de los combustibles, especialmente del petróleo, que constituye un factor determinante en la formación de precios energéticos. 

Este descenso contrasta marcadamente con el pico inflacionario experimentado en 2022, cuando los precios energéticos alcanzaron máximos históricos.

Contribución reducida a la inflación general

El impacto del componente energético en la inflación general de la eurozona será bajo, situándose en un intervalo entre 0,1 y 0,44 puntos porcentuales durante el período comprendido entre el segundo trimestre de 2025 y el cuarto trimestre de 2026.

Proyecciones temporales específicas

Las previsiones de Natixis indican que el nivel más bajo se producirá en el primer trimestre de 2026, coincidiendo con la bajada de la cotización del petróleo. No obstante, se espera un repunte posterior, con un probable pico en el último trimestre de 2026.

Precios del petróleo Brent: factor clave en la ecuación energética

El petróleo Brent, utilizado como referencia en Europa, desempeña un papel fundamental en estas proyecciones. Natixis estima un precio medio de 66 dólares por barril para la segunda mitad de 2025, descendiendo a 64,3 dólares por barril en 2026.

El retorno a los niveles de gasto energético de 2021 simboliza una normalización progresiva del mercado energético europeo tras la volatilidad experimentada durante la crisis. Esta estabilización beneficia tanto a consumidores como a empresas, que pueden planificar sus presupuestos con mayor certidumbre.

Perspectivas para el consumidor europeo

La reducción del gasto energético se produce en un contexto de inflación controlada en la eurozona. Los datos del Índice de Precios al Consumidor (IPC) muestran variaciones anuales que oscilan entre el 1,9 y el 2,2 %, con el componente energético ejerciendo una presión inflacionaria limitada.

Factores que sostienen la proyección

Diversos factores respaldan estas previsiones optimistas: la estabilización de los mercados internacionales de commodities (materias primas como petróleo y gas), la mejora en las cadenas de suministro y la mayor eficiencia en la distribución energética europea.

Implicaciones para la política energética

Esta evolución favorable podría influir en las políticas energéticas de los países miembros de la UE, permitiendo enfocar recursos hacia la transición energética y la sostenibilidad sin comprometer la accesibilidad para los consumidores.

El análisis de Natixis confirma que los hogares europeos se encuentran en una trayectoria de recuperación respecto a sus costes energéticos, marcando el final de un período caracterizado por la incertidumbre y los precios elevados.