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España frena la reducción de emisiones y complica sus objetivos climáticos

Modificado por Nicolás Rojas, Redactor especialista en contenidos sobre servicios de suministro el 19 de diciembre de 2025 a las 14:58
Tiempo de lectura : 1 minutos
Fabricas con chimeneas expulsado humo

España ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero en las últimas décadas, pero el ritmo se ha ralentizado. El estancamiento actual pone en duda el cumplimiento de los objetivos climáticos y reabre el debate sobre consumo energético y eficiencia.

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La evolución de las emisiones en España, en cifras

Durante años, la reducción de emisiones fue una historia de avances claros. Hoy, los datos cuentan un relato más modesto: se ha mejorado, pero el margen se estrecha. Según los cálculos del Observatorio de la Transición Energética y la Acción Climática (OTEA) del Basque Centre for Climate Change (BC3), 2025 cerrará prácticamente sin cambios en las emisiones de España. 

Los expertos, que siguen de cerca la evolución de los principales sectores económicos, estiman que los gases de efecto invernadero caerán apenas un 0,2 % respecto a 2024.

Un ajuste mínimo que confirma que la reducción se ha quedado en pausa. De hecho, las emisiones se moverían en niveles muy similares a los de 2023, después de que durante el 2024 ya existiera la tendencia descendente.

Cómo han cambiado las emisiones en España:

  • Años 90: alrededor de 270–280 millones de toneladas de CO2 equivalente.
  • Máximo histórico (2005): más de 440 millones de toneladas, impulsadas por el transporte y el consumo energético.
  • Descenso progresivo (2008–2019): cierre del carbón y entrada de renovables.
  • 2025 (estimación): cerca de 268 millones de toneladas de CO2 equivalente

Sabías que…

La diferencia entre el máximo histórico de emisiones en 2005 y el nivel estimado para 2025 equivale a las emisiones anuales de más de 70 millones de coches circulando durante un año. El problema es que, desde hace dos ejercicios, esa reducción ya no crece: se ha quedado prácticamente congelada.

¿Por qué este estancamiento también depende de cómo consumimos energía?

Cuando se habla de emisiones, suele pensarse en grandes decisiones políticas o en industrias contaminantes. Pero una parte importante del freno actual está en algo mucho más cotidiano: cómo usamos la energía en nuestro día a día.

  • Cuando la luz es más barata, se consume más, y parte del ahorro económico se traduce en mayor gasto energético.
  • El transporte sigue siendo uno de los grandes frenos, con millones de desplazamientos diarios que dependen aún de combustibles fósiles.
  • El gas sigue entrando en el sistema eléctrico en momentos de alta demanda, especialmente en picos de frío o calor.
  • Muchos hogares no ajustan su potencia ni su tarifa, pagando de más y consumiendo energía de forma poco eficiente.

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Nicolás Rojas
Nicolás Rojas

Redactor especialista en contenidos sobre servicios de suministro

Comunicador especializado en marketing estratégico y contenidos digitales, con experiencia en los sectores financiero, tecnológico y de servicios. Ha desarrollado proyectos orientados al posicionamiento de marca, la comunicación interna y la creación de narrativas que traducen información compleja en mensajes claros, útiles y orientados al usuario.

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