10 Estrategias para lograr la eficiencia energética en tu hogar y empresa

1/ Aprovecha la iluminación natural

A veces los consejos más evidentes son los más efectivos: sube las persianas, abre las cortinas y pinta techos y paredes de blanco. Decora en función de aprovechar al máximo cada rayo de luz natural.

Estas pequeñas acciones no solo reducirán el consumo de electricidad, sino que aumentarán la sensación de bienestar de las personas que hacen vida en esas áreas. 

2/ Haz mantenimiento y limpieza de electrodomésticos y gasodomésticos

Radiadores sucios, calderas obstruidas, enchufes que se recalientan, luces que parpadean, heladeras con exceso de escarcha, hornos llenos de grasa… Cada equipo que requiera de electricidad o gas para funcionar y que tenga algún desperfecto puede hacer que tu factura de energía aumente hasta en 30%.

¡Ah! Y no olvides limpiar lámparas y bombillas: cuando el polvo se acumula, este bloquea la luz.

3/ Únete a la batalla contra el stand by

El stand by o consumo fantasma es el gasto energético que hacen los aparatos electrónicos cuando están en modo reposo o apagados, pero están conectados a la red. 

Los principales consumidores silenciosos son los cargadores, los televisores y las computadoras. 

Para reducir el consumo fantasma a su mínima expresión puedes utilizar temporizadores, ya que ayudan a delimitar el tiempo de uso. Otra posibilidad es utilizar regletas con suprimidor de stand by: estas cortan el flujo de energía una vez que se apaga el interruptor. 

Y si quieres una solución menos técnica podemos recomendarte que los desenchufes.

4/ Compra equipos de alta eficiencia energética y usa bombillas LED

Los electrodomésticos y aparatos con pantalla que tienen un consumo más eficiente de la energía son los que están identificados con una pegatina de eficiencia energética clase A, color verde intenso.

Los aparatos eléctricos con clasificaciones D en adelante consumen hasta 80% más de electricidad.

5/ Usa el lavavajillas 

Cuando lavamos los platos a mano solemos gastar más recursos porque no hay un control sobre la cantidad de agua que se usa. Tampoco se tiene en cuenta el gasto energético que implica calentar el agua corriente sanitaria para facilitar la eliminación de grasa o en temporadas de frío.

Al usar un lavavajillas con carga completa, sin restos de comida y con una temperatura de agua templada (si no hay residuos altos en grasa), se pueden ahorrar alrededor de 30 litros de agua al día y 10% de electricidad.

6/ Revisa el aislamiento de las instalaciones

Cualquier instalación con problemas de aislamiento consume más energía, ya que el espacio no es capaz de retener la temperatura del interior y predominan las condiciones climáticas del exterior. 

Durante el invierno se escapa el calor de la calefacción y en el verano el frío del aire acondicionado se pierde por las paredes, techos y ventanas. 

Mantener el espacio en una temperatura agradable implica entre 30% y 50% más de gasto energético… 

La buena noticia es que ahora mismo España cuenta con muchas ayudas orientadas a apoyar trabajos de eficiencia energética. 

7/ No mantengas la temperatura de los espacios constante

Es más rentable hacer variaciones en la temperatura que mantener una climatización constante de los espacios.

Por ejemplo, apagar la calefacción (o el aire acondicionado) por las noches luego de 16 horas continuas de emisión de calor (o frío) puede implicar un ahorro de hasta el 13%, ya que se estaría aprovechando la energía residual del ambiente.

8/ Analiza el gasto energético 

No dejes de lado revisar el histórico de consumo de tus instalaciones.

Ver cuánta energía has consumido otros años durante la misma época puede ser una guía para determinar si hay algo anormal en el gasto: los aumentos no solo tienen que ver con hábitos de consumo, sino con posibles problemas de los gasodomésticos e incluso de la instalación eléctrica. 

Además, cuando analizas tu gasto energético también tienes más claro cuáles tarifas te conviene contratar en función de tus necesidades energéticas.

9/ Invierte en tecnología

Si entre tus posibilidades económicas está invertir en tecnología, te recomendamos empezar con la instalación de interruptores por áreas (consejo especialmente válido para las empresas), así solo se iluminará el espacio donde hay actividad.

Otro recurso valioso son los enchufes inteligentes. Estos ayudan a librar la batalla contra el stand by, ya que pueden cortar el suministro de forma remota y se pueden programar para que activen el flujo de energía mientras esté en uso.

En este mismo orden de ideas, los termostatos digitales también son una gran inversión porque permiten ajustar las configuraciones de la calefacción y el aire acondicionado para adaptar las temperaturas a sensaciones térmicas agradables.

Los termostatos digitales son más eficientes cuando se divide su función en zonas independientes, ya que así se regulan y programan en relación con las actividades que se realizan en cada área y los horarios de uso.

10/ Aprovecha las ayudas para mejorar la eficiencia energética 

España tiene ahora muchos planes para financiar obras de mejora de eficiencia energética. También hay deducciones en el impuesto sobre la renta y bonificaciones en impuestos municipales. 

Es un gran momento para hacer esos cambios de puertas y ventanas por otras más eficientes, para reforzar el aislamiento de la fachada, para sustituir calderas y radiadores viejos por unos de menor consumo energético.